La primera impresión que tuve al escuchar este disco no fue buena, me pareció una competición entre Mike Portnoy y John Petrucci a ver quién tocaba más notas por segundo. Mi cuñao, gran amante de este grupo, me aconsejó que lo escuchase más, que a él tampoco le convenció al principio pero que valía la pena esforzarse un poco e intentar sacarle algo más. Como mi cuñao de esto entiende un rato, le hice caso, e hice bien. A ver, Dream Theater no son una de mis bandas favoritas, su estilo y su excesivo virtuosismo no encaja exactamente en mis gustos musicales predilectos, pero el disco está muy bien. Lo que sí es verdad es que Portnoy y Petrucci acaparan casi todo el protagonismo, relegando a los demás a un digno pero segundo plano.
El sonido es un poco más grave que el anterior, parece que han buscado un cambio, aunque sea pequeño.
Portnoy está más inquieto que nunca. Para mi gusto hace un uso del doble bombo y de redobles interminables un poco excesivo, no creo que sea necesario tal despliegue técnico, pero lo que no cabe duda es que es un batería extraordinario. Podría decir algo muy parecido de Petrucci.
En fin, buen disco, para incondicionales del grupo y para los que le gusta la música enérgica pero limpia.
Ahí va una foto de la banda.
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