Escucho este disco de apenas media hora (el título es más largo que el mismo disco).
¡Buf!
¡Qué barbaridad!
Media hora intensa de verdad.
La conclusión es clara: La cantante, Agnete Maria Kjolsrud, está poseída por el demonio.
Lo vuelvo a escuchar.
La conclusión es aún más clara.
Agnete no está poseída… es la reencarnación del mismísimo demonio.
Brutal.
Energía pura.
La intensidad se mantiene en lo más alto durante casi todo el disco. Pero también hay momentos para la calma, aunque sea tensa.
La cochina de tu hija no sólo berrea, también canta, y muy bien, tiene un vozarrón de los que hacen época, cuando quiere es suave y dulce como ninguna, pero lo suyo son los alaridos, los gruñidos y manifestaciones demoníacas de toda índole capaces de despertar a cualquier muerto.
Y consigue crear melodías muy intensas y profundas que se mezclan con un sonido casi perfecto que a veces roza el estruendo, haciendo que este disco sea de lo mejorcito del año.
Es un discazo.
Punk, gótico, heavy, trash, llámale como quieras, yo lo llamo música potente pero no molesta.
Para oídos sin complejos.
Otro dato, son de Noruega. Estos nórdicos no son tan fríos como los pintan.
1 comentario:
No he escuchado este disco, pero escuche el anterior y me encanto. Lo buscaré gracias por el tip.
Pasate por mi blog...
Saludos.
Publicar un comentario