Alison Goldfrapp vuelve a sorprender con su nuevo trabajo, se ha metido en la máquina del tiempo y ha retrocedido hasta los ’80 para crear un álbum de música disco. Cojonudo.
¿Que si me gusta la música disco? Pues... diría que no, a estas alturas me permito dudarlo, pero en su día hubiese sido todo un sacrilegio decir que sí.
El caso es que el disco está muy bien. Después del tranquilito “Seventh tree” (2007), Goldfrapp vuelve con aires “renovados” y mucho más ritmo. El mismo sonido que la música disco de los ’80, los mismos patrones rítmicos, melodías muy semejantes a las que triunfaron en las discotecas. Alison tiene 44 años, por tanto vivió esa época y seguro que se pegó miles de horas en la pista de baile. Supongo que ha hecho este disco como homenaje a aquellos años que ahora parecen tan lejanos, o simplemente porque le ha apetecido.
Buen disco de Goldfrapp, muy entretenido y bailongo.
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