En cierta etapa de mi vida me desvinculé casi totalmente del heavy metal por ciertas razones. Siempre se tiende a creer que las cosas son para siempre, pero nada es para siempre. Desde hace un tiempo he ido recuperando los conocimientos metaleros donde los dejé, ya sea buscando por mí mismo o con la inestimable ayuda de Falcatruan de Katarsia.net.
Megadeth. Con Megadeth me quedé en el primer disco. Me gustó mucho, pero supuse erróneamente que habían evolucionado al thrash metal bestia, que era lo que tocaba entonces, y perdí el interés, a pesar de que ganaron muchísimo prestigio entre los metaleros. El prestigio no se gana porque sí, ahora que he escuchado toda su discografía me ha dado cuenta del calibre de esta banda. Después de su primer disco publicaron otros tres que mostraban una evolución parecida a la de Metallica: cada vez mejores en todos los sentidos. Poco a poco su música iba siendo más técnica, más compleja y elaborada, con mejor instrumentación, sonido y voz, sin renunciar nunca a la potencia y la velocidad, pero sin basarse en ellas como reclamo; con el resultado de su obra cumbre “Rust in peace”, que junto con “And justice for all” de Metallica me atrevería a decir que sentaron las bases del actual metal progresivo.
A partir de ahí, siendo ya un grupo consagrado, se dedicaron a experimentar, que es lo que hacen las bandas con inquietudes musicales siempre nuevas y diversas. La experimentación puede traer resultados difíciles de encajar en el mercado, pero supongo que eso a Megadeth no les importó demasiado, ellos se han dedicado a hacer la música que les ha dado la gana y punto, pasando incluso por discos como “Risk”, lleno de melodías y ritmos pop, más cercanos a Aerosmith que a Metallica; sacando discos con más o menos caña, con un sonido más o menos potente pero siempre elaborado y diferente.
Me quedo con los cuatro primeros. No me puedo explayar demasiado porque los he escuchado todavía pocas veces y no me quiero pasar de listillo, pero lo que sí sé con toda seguridad es que son cuatro joyas del heavy metal que hay que escuchar con mucho mimo y muchas veces para apreciar realmente lo que hay en ellas.