Vaya racha llevamos. Su nombre no será tan conocido como el de Dio o Gary Moore, pero su aportación a la música es de un grandísimo calibre. Scott Columbus fue el batería de Manowar en su mejor etapa. Formó parte de la banda desde “Into Glory Ride” (’83) hasta “Warriors of the World” (’02) , se apartó temporalmente por ciertos problemas ajenos a la música que no vienen al caso explicar aquí y se reenganchó con “Gods of War” (’07).
Scott Columbus me enseñó muchísimo. Con él aprendí a apreciar su instrumento, aprendí que la batería puede ser el elemento creativo más importante de una canción, no sólo un componente rítmico. Al lado de Joey DeMaio formaron la base rítmica (y melódica) más impactante y perfecta de la historia del heavy metal.
Ahí quedan discos maravillosos como “Into Glory Ride” o “Hail to England”. Odín te acoja en Valhalla, Scott, has muerto en la batalla y mereces ir allí.