El nuevo disco de los míticos Judas Priest, la banda de heavy metal por excelencia (en su día se vendían cintas de loh Juda y loh Maiden a doscienta en el mercadillo) es un doble CD.
Es larguísimo.
Los aproximadamente 100 minutos (¡100 minutos!) que dura tienen exactamente el mismo tono, y además, las canciones están entrelazadas, con lo que no hay cortes entre ellas, por tanto tenemos dos temas de 50 minutos cada uno.
El rollo gótico, los coros grandiosos y el exceso de electrónica hace que sea demasiado solemne y empalagoso.
El disco está muy pero que muy currao, pero no quita que sea muy monótono y se haga larguísimo.
Rob Halford, cantante, mantiene la honrilla no sin mucho esfuerzo pues ya no es el que era, lo que es perfectamente comprensible. Halford fue el mejor agudista del planeta en tiempos en que cantar bien significaba hacer agudos lo más altos y potentes posible. Al menos puede cantar, no como Axel Rose o James Hetfield.
Recomendado únicamente para incondicionales, que alguno debe quedar por ahí.
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