Soil and Pimp Sessions – Pimp of the year (2006)

A día de hoy me parece increíble que empezase a interesarme por el jazz gracias a estos mendas. Entonces me gustaban, hoy me paracen espantosos.
Soil & Pimp Sessions es un grupo japonés de jazz-punk.
¿Jazz punk? ¿Es eso posible? Escuchándolos entiende uno que sí. El reto es escuchar dos canciones seguidas, una ya cuesta, si te atreves y lo consigues, prueba con la segunda. Peligro de muerte casi segura.
Al loro con las pintas.Dicen que en directo son la hostia, tienen, a parte de los músicos, un animador, que por lo visto hace que el público se lo pase en grande.
De circo.

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HIM – Venus Doom (2008)

Este es un grupo bastante raro. Son finlandeses, y... ¿qué hacen los finlandeses? Gótico. Todos hacen gótico. HIM hace una extraña mezcla, usa guitarras con un sonido supercontundente y seco que intenta suavizar con un ambiente electrónico agradable y sutil, para crear canciones de estructuras sencillas y melodías pop.
El dato curioso de este tipo es su voz extremadamente grave, es capaz de llegar a registros bajísimos, merece la pena escucharlo sólo por eso. Pero no como músico, si no como espectáculo circense.
HIM son estos:Wikipedia.

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Kaiser Chiefs – Off with their heads (2008)

Muy poco que decir del nuevo disco de Kaiser Chiefs. Sólo he encontrado una canción que sea realmente atractiva, que se acerque al nivel de cualquiera de las del disco anterior. El resto pasa sin pena ni gloria.
El sonido es más potente, pero quizás abusan un poco del uso de las voces múltiples, recurso del todo innecesario teniendo un cantante como el que tienen. No puedo ocultar una pequeña decepción.

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Michael Schenker Group – In the midst of beauty (2008)

Todo un placer volver a escuchar la guitarra de Michael Schenker.
Este año está siendo especialmente fructífero para los grupos del heavy metal más clásico (rancio, dirían algunos), con nuevos discos de Uriah Heep, Saxon, Def Leppard, Girlschool, Whitesnake o ACDC –bueno estos dos últimos no se pueden considerar del todo heavy metal pero da igual, están en la onda-.
La guitarra de Michael Schenker, al menos en los punteos, sigue sonando exactamente igual. El sonido de conjunto está bastante actualizado pero sigue recordando a su época dorada, los 80 -¿tiene algo de malo?, el que no le interese que escuche otra cosa-.
La verdad es que es un gran placer escuchar canciones nuevas del heavy metal clásico puro, el anterior a la New Wave of British Heavy Metal, que abanderaron Ronnie James Dio, Richie Blackmore, Graham Bonet o Michael Schenker, entre otros.
El disco tiene algún toque progresivo, para entonar con la onda de hoy. Le acompaña, como no podía ser de otra manera, Gary Barden, por quien los años no han pasado en balde. En cambio, Michael Schenker está en plena forma.
Gran disco. Recomendado para los amantes del heavy clásico.

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Alanis Morissette – Flavors of entanglement (2008)

Alanis tiene una voz estupenda y una técnica vocal extraordinaria. Además, es todo un personaje, no es sólo cantante, va más allá. Estoy seguro de que sus canciones están llenas de poesía, sentimiento e ideas. Haría el esfuerzo de traducirlas si su música me gustase más. Pero a parte de un par de temas el disco resulta bastante aburridillo. Le ha metido algún guitarreo potente y algo de electrónica, pero no basta para mantener mi atención.
Yo no sé inglés, no entiendo lo que dice, y no puedo disfrutar de su música al 100%, ni al 10%. Aunque reconozco que la letra es lo que menos me interesa de una canción. Me fijo más en el sonido, el ritmo, la tonalidad, la estructura... de hecho, la mayor diferencia que encuentro entre canciones cantadas en diferentes idiomas es la sonoridad de cada lengua. El castellano, con sus largas palabras que tienen la sílaba tónica en lugares muy dispares resulta un poco difícil de encajar en una melodía. Esto no quiere decir que prefiera la música cantada en inglés. Escucho más música en ese idioma simplemente porque hay muchísimos más artistas que se acercan a mis gustos musicales que cantan en ese idioma, por nada más. Me encanta oír cantar en castellano, en sueco, en alemán, e incluso en francés, que tiene una sonoridad que puede arruinar la mayoría de intentos de crear una canción decente.
Un día, un chaval me dijo que la letra era la parte fundamental de un canción, que si la letra no era buena la canción no valía nada. Yo le contesté que sí que sí, que por eso era por lo que me pasaba el día escuchando música instrumental.
En fin, disco de Alanis sólo para incondicionales.

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AC/DC – "Otro disco más" (2008)

El nuevo disco de ACDC se llama “Black Ice”, pero eso da igual. Han vuelto a hacer un “copiar y pegar” de uno cualquiera de sus decenas de discos. ¿Alguien esperaba algo diferente?
ACDC siguen fieles al estilo que les ha dado un éxito mundial que se prolonga en el tiempo cerca ya de 4 décadas, que se dice pronto, y que hoy día les permite vender las entradas de sus conciertos a precios que oscilan entre los 200 y los 500 euros.
Has oído bien.
Las 20.000 de Barcelona se vendieron en 4 horas.
Debe ser por la crisis.
-Una enorme crisis de sentido común es lo que veo yo aquí. ¿500 euros por ver a ACDC a 50 metros?
-¡Hombre, amigo blog, dieciochos los ojos que te escuchan! ¡Cuánto tiempo!
-Estoy alarmado. ¿Tantas pasiones levantan esos abuelos viejunos para que se vendan tantas entradas en tan poco tiempo y a esos precios, tal como está la vida?
-Por lo visto sí.
-Sigo alarmado, ¿a dónde iremos a parar? ¿Tanta gente rica hay en estas tierras?, porque... se ha de ser rico para hacer algo así.
-Hacía mucho que no tocaban, y los fans auténticos son capaces de cu...
-Bla bla bla, lo que quieras, pero esa pasta la has de tener. Además, no lo justifiques porque soy capaz de decir aquí lo que te gastaste en el Gran Premio de Formula 1 el año pasado.
-No es lo mismo, yo estuve ahorrando un año. Y no lo justifico. Pero claro, como ya no venden tantos discos como antes, los pobres, pues tienen que poner las entradas a ese precio, si no no les renta.
-Claro, de otra forma les costaría mucho llegar a fin de mes.
-Sí sí, está todo muy caro.
-Qué lástima. Es que la gente es muy mala, no para de bajarse música y pelis de Internet perjudicando a estos pobres artistas que tienen lo justo para vivir.
-¿Ves como todo tiene una explicación? ¿Entiendes ahora por qué ACDC venden las entradas a ese precio?
-Yo lo único que entiendo aquí es que esto funciona como un mercado libre, los productos tienen el precio que la gente está dispuesta a pagar.
-Este tema se está calentando, me parace que lo voy a seguir en una entrada diferente, ésta es sobre el disco de ACDC.

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Piratería (le llaman)

Continuando lo dicho anteriormente, parece que los músicos venden sus entradas al precio que les puede resultar más rentable, por supuesto ignorando las posibilidades del gran público. Los discos han bajado de precio, pero no es porque sí, la demanda ha bajado, pero la intención sigue siendo la misma, antes se vendían al máximo precio rentable y ahora también. Conciertos y discos no son más que productos del mercado.
Entonces un usuario normal hace más o menos lo mismo, con la diferencia de que está al otro lado de la barra. Antes, si se podía comprar un disco se lo compraba y si no, no, siempre de acuerdo con su economía. Ahora puede escoger entre comprárselo y bajárselo de Internet desde un programa P2P (ojo, no estoy hablando del top-manta), y de acuerdo con su economía sería ridículo pagar cualquier precio por él si se lo puede bajar gratis cuando le apetezca. ¿No es eso economía de libre mercado? Dos productos prácticamente iguales a precios muy diferentes, ¿por cuál se decantará el usuario? Si los artistas y las compañías funcionan según la máxima rentabilidad ¿por qué tendría que hacer el usuario algo diferente?
El caso, aunque nos quieran hacer creer lo contrario, es que se siguen vendiendo muchos discos, no tantos como antes, pero muchos, la industria discográfica sigue siendo rentable, si no ¿existiría?, tengan por seguro que no. ¿Y esos discos quién los compra? Sin tener en cuenta las ventas por descargas a móviles que suponen el 25% de las ventas hay dos tipos de compradores, los que no tienen Internet ni ningún coleguita de confianza que lo tenga, y los que sí tienen. Los primeros si les gusta la música es lógico que compren discos. Y los segundos son ese colectivo que ha caído en las redes de conciencia de las multinacionales. Éstas no paran de bombardearnos con mensajes que van directos a nuestras conciencias, que eso está muy feo, que eso es robar…
¿Robar?
¿Y a vender la entrada de un concierto a 500e cómo lo llamamos? Y a la subida de precio de un 50% que experimentaron los discos en el cambio de vinilo a digital siendo el CD un soporte infinitamente más barato en gastos de producción? En el precio de los conciertos va incluido el concierto, el disco que se promociona, el resto de la discografía al completo, los cubatas, los canutos, y en algunos hasta el bocadillo, el carajillo y el cigarrito. Y extrapolando a otros tipos de producto del mismo mercado, ¿cómo le llamamos a vender pisos de 50 metros cuadrados a 40 millones de pelas? ¿Y qué decir del precio de la gasolina? ¿Hace falta que siga? ¿No es eso robar? ¿Y quién paga el pato? El de siempre, el usuario.
Podríamos hablar también del cannon digital. Resulta que te cobran un mínimo porcentaje por cada soporte digital por si acaso se te ocurre hacer una copia ilegal. Por si acaso. Un mínimo que no me quiero ni imaginar los ingresos que produce. Este cannon va dirigido a la Sociedad General de Autores, que se sigue quejando y mandando los mismos mensajes anticonciencia que las multinacionales. O sea, se quedan con el cannon pero si pueden sacar algo más mejor. Economía de libre mecado. Y por cierto, ¿quién paga ese cannon? El de siempre, el usuario.
En realidad ¿quién se está quedando con la mayor parte del pastel? Sin duda las compañías de telecomunicaciones, que te cobran líneas de banda ancha a precios desorbitados pagados por supuesto por el usuario. Podrían poner el cannon en estas líneas, pero claro, las compañías simplemente subirían los precios y el que acabaría pagando el pato sería el de siempre, el usuario.
El usuario, el usuario, el usuario...
La reflexión concluyente que se extrae de aquí es inevitable. Por una vez en la vida “el usuario” es, de alguna manera, el beneficiado de todo este lío, las grandes compañías lo único que pueden hacer es quejarse o reinventar el negocio. ¿Seremos capaces de soportar la presión psicológica que nos dice que somos muy malos y que la culpa de todo es nuestra? Allá cada uno. Tengan claro que si esto no beneficiase a muchos poderosos los programas de descargas serían mucho más perseguidos, y esto de la música y el cine a la carta y gratis se acabaría y nos quedaríamos con dos palmos de narices después de darnos cuenta de que el poder que creíamos tener no estaba realmente en nuestras manos. La guerra no va con nosotros los ususarios. La guerra es entre los poderosos, que nos utilizan a nosotros como arma arrojadiza, como pasa con todas las guerras de cualquier tipo.
Que los grandes músicos vivan en la opulencia más desmesurada resulta obsceno. Que sigan cobrando derechos de autor después de décadas de haber editado un disco es injusto. ¿No son músicos? Pues que actúen, que trabajen, que se lo ganen, que suden la camiseta, que nosotros iremos a esos conciertos encantados, si la economía nos lo permite. Antes el concierto era para promocionar el disco, ahora es justo al revés. De alguna manera se está haciendo justicia.
Y es que Internet es una herramienta que sirve para muchas cosas. Un grupo puede promocionarse, puede vender entradas de sus conciertos, vender sus discos y muchas cosas más. Pero nos piden que usemos esa maravillosa herramienta sólo para lo que les beneficia a ellos. O todo o nada amiguetes, va todo en el pack.
Y otra cosa. Si no existiesen los programas P2P ¿cuánta gente tendría una línea ADSL? ¿Pagaríamos esos precios mensuales sólo para disponer de correo electrónico, mensajería instantánea y consulta de páginas web, entre otras cosas? ¿Y serían estos servicios gratis si no fuesen utilizados por millones de personas? Estoy seguro de que la mayoría de la gente no tendría ni ordenador. Entonces ¿qué sería de Microsoft, Google o Intel por citar algún ejemplo? ¿Y de Telefónica? A ver si al final, señores poderosos, vais a tener que agradecer a estos programas que vuestras empresas sean tan poderosas, de hecho, entre las más poderosas del mundo...
Pero como nunca tenéis suficiente, y aquí me refiero a Microsoft, una vez os habéis aprovechado de lo que llamáis pirateo para enriqueceros hasta el empacho ahora queréis reventar del todo diciéndonos que no usemos los P2P.
Que os zurzan. Que os zurzan a todos.
-Te has quedado a gusto, chavalote.
-Pues sí, mucho.
-Pues nada, a disfrutar, que esto se podría acabar en cualquier momento.
-Soy plenamente consciente de ello, amigo blog.
-Buenas tardes.
-Buenas tardes, majo.
-¿No tenías que decir buenas noches?
-No, esto no ha sido un diálogo de besugos.

Vetusta Morla – "Un día en el Mundo" (2008)

A Vetusta Morla, a pesar de tener un sonido actual, se les podría englobar en el conjunto de grupos de pop español de los 80 que tanto éxito tuvieron.
En aquella época yo ponía mi atención sobre estilos de música más concretos y no me interesaban para nada ñoñerías como Los Secretos o La Guardia (del Cardenal Richelieu) ni cursiladas como Duncan Dhu. Ni tampoco los de la vertiente más punk como Siniestro Total o Los Ilegales, que no se les engloba oficialmente como del pop del los 80, pero da igual. Me interesaba más un rollo intermedio como La Frontera, Los Rebeldes o Los Toreros Muertos. Pero para mí los más importantes sin duda alguna fueron Radio Futura. Estos son los que creo que realmente marcaron una época.
Pues bien, Vetusta Morla, sin parecerse en absoluto a Radio Futura, se acercan a su calidad. Lo que más me ha sorprendido de ellos es que suenan diferente. Éste creo que es el mejor elogio que se le puede hacer a un grupo de hoy en día. Tal como está el panorama es dificilísimo sonar “diferente”, y Vetusta Morla lo han conseguido. La voz del cantante es realmente especial, puede gustar mucho o resultar insoportable, pero hay que reconocer que el chaval canta muy bien y que tiene un número de registros de voz infinito, a parte de una capacidad vocal brutal. No por eso se explaya en demostraciones presuntuosas.
El sonido es... “diferente”, no lo sé definir, hay que escucharlo, lo que sí que puedo decir es que es suave, lo que no quita que en alguna canción se suelten la melena acercándose un poco a un rollo power-pop.
En su música se pueden encontrar decenas de melodías y tonalidades estupendas, con lo que consiguen un puñado de canciones a diferentes ritmos cargadas de sensibilidad.
Se agradece escuchar grupos como éste, cantando en mi idioma. Es una lástima que no haya más, o simplemente que mis gustos musicales no coincidan con lo que se hace aquí.
Me sé de alguien de las tierra gironinas que le gustará.

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