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20 mayo 2009

Blake Aaron – “Desire” (2007)

Smooth jazz.
¿Y eso qué es?
Buena pregunta.
En el entorno del jazz se dice que es de todo menos jazz.
En el resto de entornos se dice que es una mezcla entre jazz, funky, pop, soul y no sé qué más.
Se puede decir que el smooth jazz extrae todos los elementos agradables de esos estilos para crear uno nuevo ligero y suave, de ritmo medio o lento, a veces bastante rítmico, generalmente instrumental (cuando hay voces suele ser vomitivo, por empalagoso).
Para entendernos, no es ni más ni menos que la música que ponen en la sala de espera del dentista.
El smooth jazz puede llegar a hacerse muy bien. Hay instrumentistas como Eric Darius o Boney James que hacen que esta música aparentemente concebida para sonar de fondo se trasforme en algo digno de escuchar con atención, llena de matices y trabajadas melodías.
Blake Aaron es un claro ejemplo de ello. Pero su instrumento no es el saxo, es la guitarra.
Todo un artistazo.
Su música es muy rítmica, agradable y divertida. No se puede evitar seguir el ritmo, al menos con un pie.
Es smooth jazz pero también coquetea con el blues, la rumba y los ritmos caribeños.
Buen disco. Lo recomiendo pero no sólo a DJ’s de consultas médicas.

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