Formación bilbaína de exactamente el mismo estilo que los madrileños Alcohol Jazz, pero con bastantes más medios técnicos y humanos.
También es verdad que el disco en su conjunto tiene menos ritmo que el de Alcohol Jazz, pero no menos calidad.
Y el organista de los bilbaínos es un fiera, es de un nivel al que , a mi entender, ninguno de los madrileños llega.
Pues sí, es inevitable compararlos. Pero por mucho que se comparen es imposible decantarse por ninguno de los dos.
Dos estupendas bandas de nuestras tierras de un estilo tan auténtico como atípico.
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